Experiencia

“Para el propósito de nuestro grupo solo existe una autoridad
fundamental: un Dios amoroso tal como se exprese en la conciencia
de nuestro grupo. Nuestros líderes no son sino servidores de
confianza; no gobiernan”.

En esta experiencia, básicamente se trata de encontrar el origen de nuestros defectos de carácter que se han descoyuntado, para esto se ha adoptado una relación universalmente reconocida de los principales defectos humanos conocidos como los 7 pecados capitales (soberbia, ira, lujuria, pereza, avaricia, envidia y gula), y que han desembocado en frustraciones, ansiedades, miedos, prejuicios, resentimientos, etc., es descubrir como, cuando y donde se descoyuntaron nuestros instintos humanos en todos los aspectos de nuestra vida (sexual, material, emocional y social), para que una vez detectados se este en posibilidades de afrontarlos y controlarlos y por consiguiente poder vivir en paz con nosotros mismos y con las personas a nuestro alrededor (amigos, cónyuges, hijos, padres, compañeros de trabajo, etc.)

Es tener un encuentro consigo mismo y verse sin mascaras ante todo aquello que nos ha dañado o a quienes hemos dañado con nuestra forma de vivir.

En la gran mayoría de los casos, esta experiencia resulta ser la respuesta a muchas de las preguntas que la persona tiene consigo mismo ya que es un encuentro personal y de frente con todas aquellas cosas, hechos y personas con las que no se ha podido vivir en paz.

Una vez realizado este inventario moral honestamente y de habérselo leído a otra persona, llega por lo general un alivio indescriptible que sienta las bases para una nueva forma de vida en donde se esta en condiciones de afrontar situaciones que en el pasado eran imposibles de resolver, de volver a convivir con personas a las que se les ha guardado resentimiento, odio o rencor durante mucho tiempo. Es decir, la persona se libera de todas aquellas losas emocionales que lo hacían victima del alcohol, la droga, el sexo, la neurosis, la comida o cualquier otra dependencia enfermiza.

La experiencia es fuerte, se requiere de mucho valor y honestidad ya que nos enfrentamos a nuestro peor enemigo: nosotros mismos, pero vale la pena si se tiene un deseo sincero de dejar de sufrir, de cambiar nuestra forma de vivir, y sobre todo un deseo de dejar de dañar a las personas que decimos querer.

Cabe destacar que dicho inventario moral debe de hacerse con toda sinceridad, sin ocultar ningún hecho o emoción por muy vergonzoso que pueda ser o parecer, de esto depende que la persona se libere de sus cargas emocionales, si no se es lo suficientemente honesto consigo mismo es muy probable que se tenga una recaída y no se deje de sufrir ya que esos sentimientos de culpa y resentimientos van a seguir ahí.

Tal como lo describe el 5 paso “Nuestro inventario moral nos dejo convencidos de que lo deseable era el perdón general, pero hasta que no emprendimos resueltamente el quinto pasó, no llegamos a saber en nuestro fuero interno que podríamos recibir el perdón y también concederlo.” Y alograr llevar a cabo este trabajo sucede lo que prometen los últimos parrafos del 5 paso “Las emociones que has tenido reprimidas durante tantos años salen a la luz y, una vez iluminadas, milagrosamente se desvanecen. Según van desapareciendo las Dolores, los reemplaza una tranquilidad sanadora. Y cuando la humildad y la serenidad se combinan de esta manera, es probable que ocurra algo de gran significación. Muchos A.A., dicen en esta etapa del quinto paso sintieron por primera vez la presencia de dios. E incluso aquellos que ya habían tenido fe, muchas veces logran tener un contacto consiente con dios más profundo que nunca. Esta sensación de unidad con dios y con el hombre, este salir de aislamiento al compartir abierta y sinceramente la terrible carga de nuestra sentimiento y culpabilidad, nos lleva a un punto de reposo donde podemos prepararnos para dar los siguientes pasos hacia una sobriedad complete y llena de significado.”

A este tipo de grupos puede acudir cualquier persona que crea ser victima de sus emociones y que quierea recibir ayuda para controlar y manejar su manera de vivir, que tenga el deseo sincero de dejar de sufrir física y mentalmente, esto incluye a personas con problemas de alcoholismo, de neurosis, de drogadicción, de sexualidad o con la comida, etc.Una vez vivida esta experiencia espiritual se estará en mejores condiciones de adoptar el resto del programa de recuperación de A.A.